Amor, llena cada oquedad del organismo con la sabiduría de la que solo tú eres dueño, hazlo sin pensar.
Quiero que me cantes cada sueño que te haya invadido con el tono y volumen que a ti te plazca, tanto si es susurro como grito, que se libere del pensar demasiado y dé espacio a todo el sentir.
Me sientas bien, me quieres bien, me tiendes la mano en vez de cogérmela, me das alas irrompibles durante instantes y me llevas al infinito del placer.
Que no te pierda nunca.
Atentamente, un universo paralelo.