viernes, 12 de enero de 2018

Quien manda

Ella me hechizó pero fue puro,  que de un disparo caímos las dos.
Un exceso de besos nos alejó, había trampa.
Dejarse caer tiene un precio; vacío.
El descuido de un amor no tiene precio.
Fue un abismo de maleficios lo que sucedió.

Nos echamos de menos como la luna al sol.
Dicen que es imposible pero yo veo amanecer.
Y no olvidemos el atardecer.
La incertidumbre es lo que nos mantiene activos.
Seamos reales y no esbirros de los sentimientos.

No me quedan energías para describirlo.
Me voy al cantar de los pájaros.