sábado, 1 de septiembre de 2018

Un día como hoy.

Tengo que hablar de esto o me va a comer. No me importa la audiencia a la que llegue sino poder sacarlo de dentro y verbalizarlo de alguna forma.
Me he quedado entre dos puertas que simbolizan la mente y la realidad. Un abismo no tan desconocido pero sí estos páramos en los que me encuentro.
Temo no volver, que este sea un pasaje solo de ida por el cual ya he cruzado.
Que las cosas nunca volverán a ser igual y aunque tengo todo el apoyo de los míos no lo siento. Lo echo de menos.
Aunque siga riendo y contenga las emociones más puras no sé si llego a expresarlo. Este debate es importante para mi. Lo noto todo difuso, distante, a caballo entre la despersonalizacion y galopando hacia la psicosis. Como un viaje de transformación que me llevará hacia un renovado yo, algo más puro y a la vez más fuerte. Pero son momentos que paso en la incertidumbre vital.