Las metáforas que aplicó hoy las guardaba en una caja de costura que necesitó demasiado tiempo para volver a dejarse quitar alfileres.
Vamos: con las agujas que nos atravesaron en el pasado, con la forma de pasarnos el hilo creando agujeros en cualquiera que fuera el material en la situación; tal vez incluso sin fijarse en el nudo o si quiera en la dirección o velocidad, como clavando palpitaciones a través de los dedos, removiendo los descosidos entre algún que otro lío que deriva en una bola y ya el hilo no pasa más y la aguja no puede clavarse.
Ya el desastre es tan abismal que la única solución es cortar y empezar de nuevo a dar puntadas/pisadas puede que inventando nuestro propio patrón.
Dejemos a un lado los hilos, los líos, que yo sólo quiero vivir de nuevo, como si pudiera empezar de cero con un sueño que ni son caras, cortes o descosidos, que me cambio el abrigo; que el diseño era mío pero la (des)costura fue todo un desafío.
