jueves, 11 de agosto de 2016

Problemas de incontinencia.

Ojalá fuese de vegigas de lo que voy a hablar. Aunque lo dejo anotado como posible metáfora no es el tema, hablo pues de la incontinencia en actos: incontinencia verbal, gestual, motora...
Concretamente de la incontinencia mental.

Durante una cena formal, con invitación indeclinable, prisas y un asiento presidencial. Ejemplo de espacio donde mi mente es capaz de albergar infinitas
imágenes ensangrentadas y violentas que son recreadas en ella visualmente durante lapsos de tiempo. Tiempo en que, llaman a la condición motora mientras gestualmente intentamos mantenernos serenos y de forma verbal enmudecidos.
Cuando llega el momento de hacer algún eco con la voz parece esta haber sido guardada durante tanto tiempo que hasta suena algo ronca. 'Por favor...' son las primeras palabras a pronunciar y en tu sesera sería 'muérete' pero prosigues con una mirada al vacío y refiriéndose a la persona evadida en cuestión pero hablando a otro comensal: '...podrías acercarme el plato con...?'. Oh. Que sutilezas.

La ensalada se me ha atragantado, al igual que las vistas y los pensamientos.
(Seleccionar combinación para cenar)
*Levantarse*
[Fuera de escena: Ufff que alivio me estaba dando hasta angustia.]