viernes, 18 de septiembre de 2020

Estamos

Ya demasiadas las noches que miro al cielo y no veo la luna.
Cuando antes siempre que miraba estaba ahí. 
Hace ya siglos nadie mece mi cuna. 
Y llega el frío en ti. 
No medir los descansos es mi ruina. 

Caminante, por favor, camina. 
No te dejes cavar por las sombras encima. 
Que la prisa te ayude como velero. 
Y es que sientes que es demasiado
Incluso para hacer recetas de puchero.

Constancia es buena consejera.
Pero un tanto cansina.
La mente de ti expresa,
lo que a otro fulmina.

No pierdas de vista la cortina.
No ser tú, aniquila.
Mantos, velos, contrabando.
Hijos nunca de algún santo.

Muertos descritos boca abajo
Con espinas en las manos.
Pintadas en la espalda
Llevando alas en sus caras.

Dame frutos de amapola.
Con ricino una pistola.
No me mates (si no) llora.
Que me quiero ver ahora.

Sola. 
Aunque no soy la única que navega.
Se nos avecina algo en la espera.
La soga.´

Arranca, pisa, destruye.
Así es como no se contruye.