En los entresijos de mi psyche encuentro un duelo.
En la fuerza interior propia de mi sombra que tantos años me ha acompañado.
Como un tirar de cuerdas que hilan los hilos para que mi cuerpo no se mueva.
Una corriente violenta que adquiere poder al no reconocerla.
En lo más oscuro de mi historia también yace la valentía de no conocer más que mi propia intuición y así navegar el mundo que tan poco entendía a la vez que valorar lo mucho conseguido que tantos otros intentan proyectar sobre mi.
Y como un lienzo que ya tiene andanzas.
Es pintar sobre pintado.
Tan sencillo como quitar las capas que otro han querido darle.
Así en como en mi propia soledad encuentro la luz que oculta los miedos de otras figuras sobre mi.
Entre tanto observo y me alejo.
Presto Presto.
Un día más no es lo mismo que un día menos.
En la subjetividad de lo ameno.
Una carga pesada que pesa como un estruendo al notar que tantos otros también lo hicieron. Intentaron. No consiguieron.
Reclamando mi poder superior con un diálogo que se estima ensordecedor.
Caen las notas en el corridor.
Un legado fresco de lo que soy y no podrán negar, aunque se encuentre en su inconsciente.
Es muy alto el precio a pagar, pero si he de vivir, dadme por muerto.
Quedáis con el aliento de una vieja historia mientras en el siguiente plano libero mi memoria.