lunes, 14 de octubre de 2024

En la inversa diestra.

 Ante las garras de una sociedad tensa.

Uno ha de dejar atrás ciertas creencias.

Y en el vórtice de un nuevo capítulo,

Ser capaz de escribir con la tinta que toca.


No es que lo desee, sino que es una necesidad.

Aceptar mis errores y mejorar la calidad. 

Un día como hoy puede ser cualquier cosa.

Depende de la autenticidad con la que mire está poesía previa a la prosa.


Cuando la historia conocida se queda pequeña.

Es hora de mirar en el espejo y abrazar mi sombra.

Pues sin la rabia que mi ser afronta;

No existe cambio que se oponga.


Circunstancias varias en una escena de monotonía,

Donde quién diría se esconde la llave de un nuevo día.

El nuevo sistema no es infalible y por ello he de ser tolerante con mi causa.

Por un bien mayor y común he de dejar la farsa.


Quedan más que obvios mis defectos,

¿Quiere decir esto que no valen en lo hecho?

El crecimiento no es recto.

Admito mi responsabilidad de ello.


Por tanto, si al dejar que otros procesen sus sentimientos,

Tal como en su estado puedan,

Hago un favor al no ceder al estrés del momento.

La libertad empieza donde uno se libera.


Sin varitas ni cartera.

No tiene precio.

Pues la mente,

Parece algo necio.


Es la intuición,

Esa que crea razón.

Como carta blanca,

Ante la postergación.


Y entonces en un claro,

Respiro y reparo,

Que la senda ya se ha iluminado...

Es momento de deshacer lo andado.