sábado, 24 de septiembre de 2016

Dejadme ser.

Bastante es el ajetreo cuando me dejo ser yo, cuando por fin no tengo que jugar al reto. Elijo verdad.
No entres a pedir limosnas con halagos que solo saben causar estragos en lo que ya había avanzado.
Mírame y dime que no está la desgarradora luz del querer seguir en pie. Y si es así, acercame a un candil, ayúdame a prender.

Trazando con lápices despuntados la línea se torna difusa, saquemos la cuchilla y afilemos la dirección.
Calcula cuantos besos has dado y morirás.
Olvida como te hirieron, no el quién y serás capaz de avanzar.

Danza, escucha, que la vida son tres días y vamos por el segundo. Adivina la referencia.
Vacío mis cartuchos de palabras hirientes en un lugar silencioso, donde nadie los perturbe, no quiero que griten... Dejadlos dormir porque no han descansado mucho.