viernes, 28 de octubre de 2016

Adiós. Y te pongo por testigo que jamás volveré.

Lo único que repetiré serán las ganas de seguir con mi vida, ¡Ay Dios! ¡A Dios!¡Adiós!

No me gusta considerar los años perdidos y para ello me veo en un reto personal bastante voluminoso en comparación al ser humano que soy me guste o no.
Eso de que las limitaciones están en la mente sería cierto a menos que por la misma condición de las circunstancias a uno se le antepongan. No desistir es la clave, y aprender a dejar ir lo inamovible.

Voy a hacer lo que deba.

Y si quieres rimas ponte una canción,
 no hay ganas de jugar a perdedor.
Encontraré mi vacío descompuesto en algún lugar, tumbado e insetisfecho sin saber como llegar.
Dejando un espacio, afrontando la vida como lo que quiera ser. No voy a navegar si me mareo. Montaré en las aguas que me fluyan. Fumaré en mi salvavidas.