Inundándome con energía para derribar estos barrotes que tantas oportunidades me han costado, vendando mis manos preparándome para este tercer asalto, sonriendo al mundo que no me ha derrotado.
A veces es necesario plantearse si realmente has vivido diez mil días o si has vivido diez mil veces el mismo día, bastante diría yo ya que si no nos paramos a pensar aunque sea tan sólo un momento no seríamos capaces de darnos cuenta de que nos hemos equivocado de dirección, de calle e incluso de rumbo.
A veces es necesario tumbarse en la hierba y mirar hacia arriba, observar cada rama del árbol y preguntarte como aguantan a todas las estaciones sin apenas magullarse, cómo resisten al viento, a los visitantes inoportunos y a cualquier otro infortunio.
A veces es necesario cerrar los ojos y recordar las experiencias pasadas desde un punto de vista neutro, objetivo y con vistas a nuevas aventuras, sin dejar que memorias inapropiadas nos alteren la conciencia.
A veces, es necesario respirar.
Sígueme |