jueves, 18 de abril de 2013

Entrelíneas

La noche es mi hogar, dónde todos mis pensamientos fluyen sin descanso y puedo ver las cosas de forma distinta. Al comenzar el proceso de ir eliminando los 'debería' continuos y demás zonas erróneas descubrí que unas sabias palabras pueden ser más dolorosas que una infinidad de mentiras. La cruda realidad servida en un plato hecho añicos es difícil de tragar pero es mejor procesarla por arduo que parezca que seguir contemplandola continuamente sin hacer nada al respecto.
Sin pedirlo ni mucho menos vino a mi la idea de incertidumbre y su respectiva reacción que tantos filos en mi espalda ha costado, sin embargo esta vez fui capaz de pausarla y transformarla. Todo sigue rodando y sé que esto a veces, o la gran mayoría, tiende a provocarnos náuseas y darnos ganas de pedir que pare aunque sepamos que eso nunca va a suceder; seguiremos el ritmo aunque no podamos distinguir ni nuestra propia sombra.
A partir de cada página escrita y releída en incontables ocasiones pude analizar desde un punto de vista menos subjetivo el funcionamiento de mi mente que tantos 'vómitos emocionales' me ha brindado. Esto es diferente, no bueno o malo, simplemente diferente con unas consecuencias distintas; eso es todo.
"La noche dispersa sus sombras, eso es lo que la hace tan especial." (Biludyrst)

Mantén tus ojos abiertos.