Imagina, por un momento,
Lo más triste es perder esa capacidad,
Pero nunca desaparece, llave dormida,
En un mundo donde lo bello delira.
Acostumbrados a escalas de grises,
Entre rencores que pierden los matices,
Sin arte el mundo estaría perdido,
Pues no es solo lo estético el objetivo.
El adoctrinamiento que poda el pensamiento,
Donde el consumo es hierba del elenco,
La llama de la vida de un muerto,
Matar a la sociedad para vivir contento.
Ilustres aquellos locos que divisan,
Y donde no hay camino lo improvisan,
La palabra imposible no está en su vocabulario,
Pues es un adjetivo a intentarlo por necesario.
Ningún avance se crea pensando como siempre,
Pues en las preguntas correctas nace,
No hay nada más humano y extraterrestre,
Que construir mucho más allá de la mente.
No existe el concepto rendición,
Pues viva o muera la persona,
El espíritu del creador continúa,
Y si una idea no se hizo.
Aunque pasen siglos,
Siempre volverá,
No se puede, dirán,
Pero si no imaginan,
Yacerán.
Cuando el mundo es lienzo,
No existe nada concreto,
Pues en lo incierto,
Es donde uno vive despierto.
La ciencia ficción, dicen,
Pero si este mundo no existe,
Alguien lo inventó,
Esa es la verdad, que nadie quiere admitir.
Porque duele ver qué en mentiras,
La gente vive podrida de miedo,
Y el avance se construye,
Eliminando primero ese veneno.
No se puede cortar la libertad,
A la intención pura de crear,
Destruir mitos no gusta a los demás,
Pero en eso mismo se podrán revelar.
La caverna del inconsciente,
Donde todo lo diferente es catálogado,
Y las etiquetas son informes,
Que nunca han descodificado.