Cuando la visión es reducida,
Cualquier idea parece esquiva,
Las ataduras a juicios endebles,
Desde una posición con improbables.
Oh, pues sí resalta lo desconocido,
Para mentes en un mundo sumergido,
Caliente la fibra de su propio olvido,
Al ver que se introduce en su propio brillo.
Cuando dejar de calificar al otro,
Por no atreverse a salir de su jaula,
Cuando ver qué viene del fondo,
De críticas en una misma aula.
No está bien, no es posible,
Eso son imaginaciones,
Como si este planeta,
No rodara en una galaxia.
Una roca en el espacio,
La vida de la nada,
Una sociedad incompleta,
Que roba a todos de gracia.
No es a mi a quien temen,
Sino darse cuenta,
Que lo que se aparenta,
Es precisamente lo que no deben.
El ser humano es libre,
Las emociones son construidas,
Con botones reactivos,
De una estructura podrida.
Duele plantearse, que todo es una mentira,
Convincentemente falsa,
Que la magia nunca fue una huída,
Y se desata entre esta salsa.
Alimentándose de odio,
Corrupto por el miedo,
Pero sin saber que eso,
Es un reflejo y no ellos.
La compasión se extiende,
Al entender que en cada adulto,
Vive un niño que todavía siente,
Y que le forzaron a ser como otra gente.
Refleja los ecos de los sueños que le apagaron,
El temblor de un eco de sentirse olvidado,
Pues nos vendieron algo,
que no necesitaba ser comprado.
Nadie debe justificar su existencia,
Cuestionar lo dañino es su esencia,
Y no al revés en esa atrapada conciencia,
Señalar a quién volvió a la presencia.
Todo y nada al ver que era un sueño,
Que lo que vemos es fruto no del empeño,
Donde todo es fácil y eso contradice al eleño,
Dar vueltas a un artesano risueño.
Comedia divina en el absurdismo,
Donde el valor lo pone uno mismo,
Y los pesos que se cargan son fútiles,
Hasta darse cuenta de losas viles.
Duele una sensación real de sufrimiento,
Pero es fabricado por el mismo individuo,
Cuando racionaliza lo que está sintiendo,
Y entonces sabe que, no sabe.
Pues solo que, solo sé que no sé,
Eso está requetebién,
Más que creer saber,
Y pues yo que sé.