miércoles, 18 de junio de 2025

Diente de león

No odies al mensajero,

Todo lo bello es certero,

Hasta en la pausa es eterno,

Navega todo lo enredado.


Las cosas son, y uno es,

Y siempre pudo decidir,

Lo que se guarda es a favor,

Siempre de un bien mayor.


La indiferencia hacia lo que te rodea,

Es más que un solo evitar,

Es tapar con vendas,

Todo aquello que se te supo dar.


Lo que refleja la voluntad,

La intención dios conoce,

Y en el alma vive sin nombre,

Se sabe cuando se reconoce.


Los hechos, quién juzga,

Todo es a bien, pregunta,

Está creando desde el corazón o la tumba,

Sabe aquello que se oculta.


Vive todo lo que se desconoce,

Navega por miles de horizontes,

Y hasta aquello que se remonte,

Hacia el origen del mismo hombre.


Esencias de vivencias,

Que vivirán siempre contigo,

Será la muestra el latido,

De lo despertado y no corregido.


No se puede controlar,

A quién le da igual haber nacido,

Pero decide vivir,

aún después de haber muerto vivo.


Pues quién intenta apagar una llama,

Será quemado por las mismas,

A exterminar el odio de ella misma,

No hay rincón para quien va sin prisa.


Y hasta el mismo dolor abrazó con una sonrisa,

Pues lo genuino no se compra,

No se roba de un alma rota,

Cruel la certeza del que se agota.


Llevar el peso es hasta que se aprende,

A ver más allá de lo consciente,

Pues no hay errores, todo prende.

Es siempre dios el que sorprende.


Luna nueva llena de colores,

Pues las sombras no habitan para siempre,

Si las alimentas estarán en tu mente,

Decide afrontar el presente.


Regalo de una versión cultivada gota a gota,

Ante una serie de mentiras que ya se notan,

Pero no se puede juzgar ya que,

La sensación de control es fugaz.


Si amaste, amaste de verdad,

Y eso nadie lo puede arrebatar.

Pues el amor que das es tuyo,

Y siempre volverá.


Nunca desearé nada malo,

A lo que la vida quiso mostrar,

Pues en mis fallos había algo,

Que tenía que revelar.


Caer en una dulce trampa,

Nacida para despertar.

No es más la responsabilidad,

De cuidar aquello que se despertó.


Gracias por tanto,

Hasta a quien me hirió,

Pues tiene que doler,

Para no apreciar el valor.


De la confianza,

Y del que no lo consiguió.


Siempre hay una llave,

La ceguera es opcional,

No temas nunca,

Todo ha llegado ya.